Cómo hidratar correctamente a tu gato (y qué pasa si no bebe agua)
La hidratación es un aspecto crítico en la salud felina y por eso conviene saber cómo hidratar correctamente a tu gato. En esta guía se aborda por qué muchos gatos no beben agua suficiente, los síntomas de deshidratación, estrategias prácticas para fomentar la hidratación, qué sucede si no se hidrata bien y cuándo es imprescindible acudir al veterinario. El objetivo es ofrecer información clara, preventiva y adaptada para el bienestar del felino.
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Por qué los gatos tienden a beber poca agua
Los felinos domésticos suelen beber menos agua de lo que muchos dueños esperan, y entender este comportamiento es clave para poder hidratar correctamente a tu gato. Entre las razones más frecuentes están:
- Su dieta ancestral: como carnívoros, los gatos desarrollaron mecanismos para obtener buena parte del agua de sus presas — pequeños mamíferos que contienen ~70-80 % de agua — lo que reduce su necesidad de beber grandes cantidades directamente.
- Alimentación seca predominante: si el gato consume sobre todo pienso seco, que solo contiene entre ~10-12 % de agua, su necesidad de beber agua aumenta, pero no siempre lo hace.
- Factores ambientales y de comportamiento: ubicación del bebedero poco atractiva, material del recipiente que no le agrada, ruido o estrés alrededor.
- Sensibilidad al agua o al recipiente: los gatos pueden rechazar agua que tenga sabor a cloro, restos, o recipientes estrechos que rocen sus bigotes (fatiga de bigotes).

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Síntomas de deshidratación en gatos
Es fundamental reconocer los signos que indican que no se está logrando hidratar correctamente a tu gato; la deshidratación puede afectar órganos vitales. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Encías secas o pegajosas al tacto.
- Piel que al pellizcarla “queda tentada” (la piel tarda en volver a su sitio cuando se suelta) — lo que indica pérdida de elasticidad.
- Ojos hundidos o aspecto apagado.
- Disminución del apetito, letargia, menos orina o más concentrada; Si el gato presenta varios de estos signos, es una señal de alarma para actuar cuanto antes en su hidratación.
Estrategias para fomentar la hidratación
A continuación se presentan buenas prácticas concretas para conseguir hidratar correctamente a tu gato, divididas en tres ámbitos:
Fuentes automáticas y agua filtrada
Una fuente de agua para gatos (o bien agua filtrada en un recipiente atractivo) puede marcar la diferencia. Los gatos se sienten atraídos por el agua que se mueve y que parece más fresca.
El uso de agua filtrada o embotellada puede ser útil cuando el agua del grifo tiene sabor fuerte o cloro, lo que reduce el consumo. Además, mantener el agua limpia y cambiarla varias veces al día favorece su ingesta.
Comida húmeda o con alto contenido de líquido
Incorporar alimentos húmedos o aumentar el contenido de humedad de la comida es una estrategia clave para hidratar correctamente a tu gato. Los alimentos enlatados pueden contener hasta 70-80% de agua frente al 10% del pienso seco. También se puede añadir agua o caldo bajo en sodio a la comida seca para aumentar el aporte hídrico sin obligar al gato a beber más de su bowl.
Colocación adecuada de los bebederos
El entorno importa tanto como el agua. Algunas recomendaciones:
- Colocar los bebederos lejos de la caja de arena y del comedero, ya que los gatos tienden a separar agua de comida y desechos.
- Usar recipientes amplios y poco profundos para evitar que los bigotes toquen los lados y causen incomodidad.
- Distribuir varios puntos de agua en la casa para facilitar el acceso y aumentar la probabilidad de que beba más.
Qué pasa si tu gato no se hidrata correctamente
Si no se logra hidratar correctamente a tu gato, pueden presentarse consecuencias serias. Al beber poca agua:
- La orina se vuelve más concentrada, lo que favorece la formación de cálculos y cristales en el tracto urinario.
- Los riñones se ven forzados a trabajar más, lo que en gatos mayores o con predisposiciones puede derivar en insuficiencia renal.
- Problemas digestivos como estreñimiento o impacto de vías urinarias pueden generarse como consecuencia de falta de agua. La hidratación es, por tanto, un pilar de salud felina que no se debe descuidar.

Cuándo acudir al veterinario
Aunque muchas estrategias caseras ayudan mucho, es imprescindible acudir al veterinario si se detecta:
- Cambio repentino en el consumo de agua o ninguno en 24-48 horas.
- Síntomas claros de deshidratación junto a vómitos, diarrea, apatía o cambio pronunciado en la orina.
- Gato mayor o con diagnóstico de enfermedad renal, urinaria, hepática o diabetes, que requiere monitoreo profesional.
En esos casos, el veterinario puede evaluar, rehidratar y detectar la causa subyacente.
Preguntas frecuentes
¿Cuánta agua debe beber un gato al día?
En promedio, entre 50 y 100 ml por kilo de peso corporal, dependiendo de su dieta y temperatura ambiente.
¿Puedo darle agua filtrada o embotellada?
Sí, especialmente si el agua del grifo tiene cloro o cal, que pueden alterar el sabor.
¿Las fuentes automáticas realmente ayudan?
Sí, los gatos prefieren agua en movimiento. Una fuente estimula su curiosidad y aumenta el consumo.
¿Qué hacer si mi gato no bebe nada de agua?
Consulta al veterinario: podría haber un problema renal o dental afectando su hidratación.
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Con esta guía detallada sabrás cómo hidratar correctamente a tu gato, anticipar riesgos y actuar con medidas concretas para garantizar su bienestar.